El mundo occidental es un escenario de formas, imágenes y
espectadores. Nuestra cultura ha situado las causas de todo ahí afuera. Son los
demás quienes nos hacen felices o nos dañan, las cosas y los objetos se
convierten en grandes aspiraciones, identificamos nuestro bienestar con aquello
que nos llega en forma material y ciframos nuestra satisfacción en lograr lo
que deseamos. Si no lo obtenemos, nuestros niveles de frustración alcanzan
niveles tan altos que nos pueden arrastrar al resentimiento, la rabia y el
odio. Todo se resume en una palabra: dolor.
Hay otros caminos, estrechamente ligados a nosotros
mismos y que no necesitan del exterior, para alcanzar el bienestar y la paz. Estos
caminos nos trasladan a nuestro “yo” profundo que, en definitiva, es el único
que puede sanarnos y ayudarnos a no sentir dolor por unas y otras razones,
ajenas a nosotros.
La Terapia Transpersonal es un viaje hacia nosotros
mismos, atravesando lo personal y, también, la máscara con que nos
desenvolvemos socialmente. Trascender los límites del ego, ir más allá y
conocernos supone reencontrarnos con quienes realmente somos, al tiempo que
enriquecemos nuestras cualidades espirituales. Ellas son quienes nos apartan
del dolor, de la frustración, de la culpa y del miedo.
La observación, la práctica de la meditación y la
atención sostenida son algunas de esas cualidades que hemos olvidado en el
mundo occidental y “desarrollado”. Gracias a ellas las personas pueden alcanzar
niveles de conciencia más profundos que tienen, como meta final y más
importante, la verdadera paz interior.
Esto no significa, en modo alguno, que “vivamos en otro
mundo”. Nada más lejos de la realidad porque nos desenvolvemos en ésta. Este es
nuestro mundo y nuestra realidad. Es nuestra visión de esta realidad lo que
puede hundirnos en la miseria o impulsarnos a la cima de la tranquilidad. Esta
es la misión de la Terapia Transpersonal: Comprender por qué nos hundimos y qué
hemos de hacer para gozar de la tranquilidad interior que todo ser humano se
merece.
Todos tenemos derecho al conocimiento interior para
alcanzar el bienestar físico y emocional. Todos podemos emprender este viaje
hacia la plenitud y la auto-realización como seres humanos.
Cuando hemos superado las etapas iniciales de este viaje
y nuestros patrones mentales han cambiado para construir un ego más feliz, la Terapia
Transpersonal aborda y desarrolla otras facetas del ser humano:
- El ejercicio
de la creatividad.
- La
intuición.
- La visión de
quienes somos realmente.
- La capacidad
de amar como un estado de conciencia, sin necesitar un objeto o una
persona donde proyectar o de quien recibir el amor.
- El
"desapego" o facultad de distanciarse del ego y observarlo.
- El
sentimiento de trascendencia.
- La capacidad
de servir y amar a todos los seres sensibles.
Para ello la Terapia Transpersonal se ayuda de
herramientas y técnicas que, una vez interiorizadas, se convierten en
acompañantes de quien ha decidido amarse y buscar la paz. Algunas de estas
técnicas son:
- La respiración
consciente.
- Alcanzar estados
de relajación profunda que hacen posible acceder a áreas de nuestra mente
que nos ayudan a comprender qué está pasando.
- Ejercicios
de "regresión" hacia momentos de nuestro pasado, para buscar el
origen de aquello que nos hace infelices.
- Ejercicios
de identificación con el Testigo Interior, con el fin de adoptar una actitud
de aceptación (que no resignación) y observación imparcial ante nuestras
emociones, pensamientos y sensaciones.
- Observación
y análisis de los procesos cognitivos de cada miedo, para desmontarlos.
- La práctica
de la meditación.
En la Terapia Transpersonal el silencio es una práctica
fundamental. En lugar de utilizar la palabra para sanar, practica la meditación
y la respiración consciente mediante las que transciende la mente para acceder
a la “no-mente”.
Según la OMS la salud es un estado de completo bienestar
físico, mental y social. No es la ausencia de la enfermedad. Para la Terapia Transpersonal
el ser humano llega a un completo bienestar cuando está en contacto con su
nivel esencial, se siente enraizado en su identidad profunda y encuentra, en sí
mismo, el sentido de su vida.
Más información:
María del Pilar Cuadrillero
Terapeuta Transpersonal
Móvil: 667441700
e-mail: transpersonal.terapia@gmail.com